Hola, soy Patricia López, candidata constituyente independiente por el Distrito 8. Ustedes me conocen como actriz, pero hoy vengo aquí a hablarles como ciudadana. Sí, como una ciudadana que conoce y ama su país, que es política pero que no participa en partidos políticos, una mujer trabajadora con valores, integridad y energía para contribuir en la organización de un nuevo Chile que garantice nuestros derechos sociales universales y proteja nuestros recursos naturales, nuestra cultura y nuestro arte. Soy una ciudadana feliz y agradecida de tener éste honor que ustedes me brindan, y representar sus voces en la constitución.

Por eso estoy aquí. Me decidí a ser constituyente porque, como trabajadora de la cultura, he tenido la oportunidad de conocer muy bien mi país en todas sus facetas y me duelen profundamente las carencias del pueblo chileno del que soy parte. Y es esa empatía la que hoy se transforma en responsabilidad y me inspira a elevar las demandas de millones de voces que claman por un futuro mejor.

Yo sé que seré una buena representante de mi distrito en el que también vivo. El profundo conocimiento de nuestro día a día, me permitirá aportar criterio y un imprescindible sentido de realidad al diálogo constituyente. Tengo la fuerza y convicción para defender nuestro “buen vivir” ante quienes pretendan seguir lucrando con él y también la templanza necesaria para promover los acuerdos cuando sean positivos.

Es vital que, todos los sectores por siempre excluidos en la toma de decisiones importantes, también seamos parte de la convención, entre ellos, quienes trabajamos en cultura. Pues el trabajo en cultura, arte y educación, es un trabajo colaborativo de inclusión como la infancia, jóvenes, adultos mayores y mujeres, personas con capacidades diferentes, comunidades de disidencias e inmigrantes. Vivimos en constante diálogo con todo el rico universo que nos conforma como nación.

Si, porque una nación no puede pensar el futuro de una nueva Constitución, en desarraigo con su identidad y ésta se funda en sus manifestaciones culturales y artísticas que le dan carácter a un pueblo.
Nuestra experiencia jugará un importante rol en la redacción de la carta Magna, propiciando un trabajo colectivo y dialogante, que nos permita re-conocernos en sociedad.

Yo estoy aquí para hablar por los y las sin voz.
Hoy resarcimos el pasado, construimos el presente y pensamos el futuro.
Esa soy yo, te invito a votar por mí para que seamos la voz ciudadana en la constitución co-creemos el nuevo Chile que soñamos.

Mi primera propuesta y demanda a la convención será en torno a los mecanismos de participación ciudadana en la redacción de la constitución. Esta constitución, la primera redactada en democracia, no puede hacerse sólo entre algunos afortunados que logren llegar a la convención. La ciudadanía debe ser parte. Estoy convencida que esta es la única forma de que el pueblo la sienta propia y que de esta manera se establezca el nuevo pacto social que todos anhelamos. Sin Participación Ciudadana No Hay Constitución.

Para lograr nuestra dignidad lo primero es lograr que el estado garantice el derecho a la educación y a la cultura. Yo entiendo por Derechos Culturales, la libertad de expresarnos en disciplinas artísticas, el deporte y cultos que nutren nuestra alma. El acceso a la información veraz y a una educación holística que propicie una actitud creativa, el pensamiento filosófico, científico, la creación de inventos y la innovación tecnológica. Los derechos culturales son transversales, y ellos estarán reflejados en diferentes ministerios, como educación, vivienda, mujer, economía y medioambiente. Para garantizar nuestros Derechos Culturales, debemos reconocernos en la Carta Magna.

Con las garantías de los derechos culturales podremos promover a las economías creativas. Esto implica la posibilidad de desarrollar emprendimientos económicos a partir de nuestra creatividad y de nuestros talentos, construyendo de una mejor sociedad. Una arista importante de garantizar los Derechos Culturales es el reconocimiento de nuestro país como un estado plurinacional e intercultural. Integrando con orgullo a nuestros Pueblos Originarios, quienes nos enseñaran a vivir en armonía con la naturaleza y en ecosistemas saludables. Para respetar esta multiculturalidad, será necesario desprivatizar nuestros recursos naturales y recuperar la riqueza de nuestras aguas, minerales y bosques.

Es de vital importancia la protección y fomento de la cultura desde las comunidades en relación a sus territorios. Para esto es necesario un presupuesto descentralizado. Esto significa que nuestros barrios podrán promover y proteger su identidad, promover el arte local, conservar sus patrimonios y desarrollar sus emprendimientos. Que se garantice hasta en los sectores más alejados el acceso a la información y nuevas formas de aprender, propiciando desde la niñez, una educación que nos permita desarrollar nuestros talentos y oficios más allá de lo académico sin tener que migrar a otras ciudades. Que desarrollemos una poderosa cultura deportiva sin que los clubes deportivos deban financiarse con venta de alcohol. Que nuestros jóvenes exploren sus talentos en ciencia y nuevas tecnologías que puedan traducirse en un diario vivir en armonía con ecosistemas equilibrados y saludables.

Garantizar el acceso a la cultura cambiará nuestra vida sustancialmente.

Los derechos de las mujeres son actualmente ignorados en la Constitución. La desigualdad es estructural en lo político, social y económico.  Esto explica el estado de vulnerabilidad de las mujeres en nuestro país, y las amplias injusticias que vemos día a día respecto a las mujeres y su contexto familiar, laboral y de manera general en la sociedad. 

Yo se con propiedad de lo que hablo, como mujer y trabajadora, me he enfrentado con la realidad de mi género y mi profesión, he vivido en carne propia la vulneración de mis derechos reproductivos y laborales, he sido víctima de discriminación, sexismo, acoso, abuso y violencia de género. También he sido  humillada a vista y paciencia de la sociedad que nos oprime.  

Por eso, estoy aquí para representar a las que anhelamos que las futuras generaciones disfruten su vida con libertad. Contribuiré con mi experiencia y seré la voz de las que luchan para que el Estado garantice, proteja y promueva los derechos específicos de las mujeres y tenga la obligación de erradicar cualquier tipo de violencia de género. 

De la economía feminista, de donde viene la idea de remunerar económicamente -con derechos de previsión social de salud y jubilación- el trabajo doméstico y de los cuidados de nuestros niños y niñas, discapacitados y adultos mayores. Es necesario reconocer esta labor, puesto que aportamos el 22% al PIB ampliado del país, superando a cualquier sector económico.  (Fuente: Fundación Comunidad Mujer).

Nosotras las mujeres propiciamos la vida,  reforzamos el vínculo social, somos el motor de la economía y lo más importante, somo la mitad de la población que aún no ha visto sus derechos hechos realidad. Con la firme convicción de que hay mucho por hacer, no tendré miedo de golpear la mesa en el momento oportuno, para recuperar el lugar que históricamente nos ha sido negado. Ese es mi compromiso.

Si bien la declaración de los Derechos Humanos identifica y tipifica derechos humanos para todos y todas, en Chile no son una realidad. Por eso, es fundamental levantarlos y lograr su consagración en la nueva Carta Magna para que sean reconocidos como tal. Esta nueva constitución debe ser la hoja de ruta que nos guíe a alcanzar la plenitud de derechos, libertades, deberes y responsabilidades a todos los que habitan este maravilloso territorio.

Toda la crisis social que estamos viviendo, es y viene precisamente de la violación sostenida de nuestros Derechos Humanos Fundamentales. El Estado de Chile no ha sido capaz de garantizarlos, y lo peor, los ha violado sin pudor. Esto no puede seguir pasando, por lo que los derechos humanos deben ser transversales en la redacción de la nueva constitución.

Los Derechos humanos son esos que nos dignifican como seres humanos, aquellos que nos hacen iguales, los que nos entregan libertad y nos facultan de los derechos que anhelamos. Es rol del Estado proteger nuestra dignidad humana y con ello ser prudente en el resguardo del orden social.  Es por eso por lo que buscare arduamente de que quede por escrito un pacto de repudio a la violación a los derechos humanos cometido por las instituciones del Estado.

Asimismo, será necesario implementar mecanismos que vigilen el cumplimiento de los tratados internacionales en esta materia y para poder revocar a las autoridades que se permitan vulnerarlos. Yo apoyare la constitución de un Ombudsman, como el órgano que aporte garantías adicionales a los derechos de los ciudadanos, al margen de los procedimientos judiciales. También apoyare la formación de defensorías en cada rincón del país, principalmente en lo relacionado a los derechos de las mujeres.

Estos derechos son los que nos trajeron a las calles a protestar, los que promovieron la lucha de nuestros jóvenes. Por eso, estoy aquí para que estos se hagan realidad en nuestra constitución y para que no queden solamente en la letra muerta, yo buscaré la garantía de cada uno de los derechos que nos permiten vivir, felizmente en una sociedad más equitativa, más pacífica y próspera. De estos derechos ya sabemos lo que queremos; educación de calidad para todos, accesos a salud pública de calidad, trabajos, pensiones y viviendas dignas, agua libre de derechos de propiedad. 

Yo, como independiente, estoy aquí con ustedes y quienes desean recuperar nuestra dignidad. Y la buena noticia es que, si llegamos a la Convención Constituyente el concepto de Dignidad, lo define el pueblo.

Asumo con total responsabilidad, el compromiso de comunicar la voz de mi pueblo en la Convención. A través de Cabildos en cada una de las comunas del Distrito, mantendremos un diálogo constante para transparentar todo el proceso constituyente. En unidad, daremos paso a una real democracia de participación ciudadana, por que a través de un diálogo en conjunto con las comunidades, es como pensaremos la sociedad en la que queremos vivir.  En mi trabajo territorial doy fe de que la voz ciudadana, coincide con el deseo de dar paso a un Estado solidario garante de Derechos, que nunca más permita que los privados vuelvan a lucrar con nuestras necesidades básicas. 

Mi compromiso es mantener un diálogo constante con estos Cabildos y con quienes voten por mi, para transparentar y estar en constante comunicación con el proceso de escritura de nuestra Constitución. Eso es realmente participar.

 Es un honor para mí estar al servicio de ustedes para cumplir estas demandas.

Con todo el “Zomo Newen”, por mí, por ti y las futuras generaciones. 

Como constituyente, mi misión es representarles  y velar velando por la armonía entre lo humano y la naturaleza en general, estableciendo: 

Derechos humanos ambientales: como el derecho humano al agua, basado en la seguridad hídrica con acceso a agua de calidad y cantidad adecuada, para un sustento y aprovechamiento racionales y sostenibles ante el desarrollo socio económico y la conservación de los ecosistemas, principalmente ante el cambio climático y las zonas de sacrificio ambiental. Además, el derecho a acceso a la información y la participación democrática en la toma de decisiones ante el Estado. 

El fortalecimiento del rol estratégico del Estado para una transición ecológica, con políticas públicas e institucional pública dirigida a contribuir en la dignidad y prosperidad social y económicas, fomentando la soberanía productiva, alimentaria y energética emanadas del desarrollo sostenible,  basado en las diferencias entre los diversos territorios y la colaboración entre las regiones del país, en base a los principios de descentralización y desconcentración.

Propiedad, Bienes Comunes y medio ambiente: determinar la función social y ecológica de la propiedad, limitándose el abuso ante a la economía extractivista y la sociedad de consumo.

También oiré las voces desde de todos los sectores, como, por ejemplo, de la ecología feminista que sostiene que el género es una variable crucial – en relación con la clase, la raza y otras dimensiones relevantes de la vida política ecológica – en la constitución del acceso, control y conocimiento de los recursos naturales. 

Lo anterior, Inspirándonos en la sabiduría mapuche, el poder “vivir en respeto con todas las formas de vida “, con un Estado que nos  garantice  el “buen vivir”, incorporando las ciencias y tecnologías para proteger la naturaleza, en base a un desarrollo sostenible.

Patrica Lopez es actriz, Diplomada en Cine Documental, Gestión Cultural de la Universidad Católica de Chile, facilitadora de meditación y dirigente vecinal de Colina. Se ha desarrollado profesionalmente en el ámbito de la cultura hace más de 25 años. Como actriz ha sido partícipe de diversas obras cinematográficas, teatrales y de televisión, galardonada con premios en latinoamérica y en chile con los premios, WIKEN, APES, ALTAZOR, Pedro Sienna, posicionándose como la artista más reconocida de su generación,. Como gestora cultural ha dado vida a recitales de música, poesía, y proyectos teatrales de integración de la discapacidad. En su compromiso con el desarrollo de la cultura popular, ha colaborado en la génesis de la Cumbre Guachaca, festival FECID y Música al Margen de la Pintana, como  jurado en diversos festivales escolares . Se declara amante del folklore  ha llevado el canto de la cueca chilena por todos los rincones del territorio nacional.